100 DÍAS DE LUCHA CÍVICA Y VAMOS POR MÁS ¡ERAN ESTUDIANTES, NO ERAN DELINCUENTES!


Estudiantes Universitarios exigiendo la renuncia de Ortega Murillo/ Cortesía





Aquel 18 de abril del 2018 no se podrá olvidar en la historia de Nicaragua, pues ese día el presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE) Daniel Ortega daba a conocer una nueva reforma al Seguro Social que afectaba tanto a la empresa privada, así como a los trabajadores y  también a las personas ya jubiladas. Pero ese día no sólo será recordado por esa reforma, sino, que fue ese mismo día en que un grupo de estudiantes dejaron las aulas de las universidades para salir a las calles a protestar por lo que a ellos les resultaba inadmisible, una reforma en la que se establecía el aumento del aporto patronal, un aumento de valor en las cotizaciones para los trabajadores, y para los que ya estaban jubilados también a ellos se les afectaría pues se les estaría reteniendo el 5% de lo que daban mensualmente en concepto de pensión.

Pero la situación no fue tan buena, esa protesta que los jóvenes habían convocado en forma de rechazo a la disposición del gobierno sería dispersada a punto de balas por la policía y antimotines.

Jóvenes estudiantes se defendían con piedras, antes las balas de antimotines/ Cortesía



Para el día 19 de abril, un día después de aquel 18 de abril, la prensa nacional informaba sobre los dos primeros estudiantes asesinados por antimotines, la situación en vez de mejorar se veía que iba en decadencia, desencadenando una brutal violencia por parte de las fuerzas de seguridad del país.

Para el día siguiente, 20 de abril, el número de asesinados a manos de antimotines y policías bajo el respaldo del régimen de los Ortega Murillo, aumentaba, un estudiante de secundaría se sumaba a la lista de asesinados, Álvaro Conrado con apenas 15 años  se unía a apoyar a los estudiantes universitarios, pero lamentablemente falleció en los alrededores de la Catedral Metropolitana.

Álvaro Conrado, el adolescente de 15 años, asesinado a mano de antimotines./Cortesía

Las muertes desde aquel 18 de abril iban en aumento, el gobierno de los Ortega Murillo, no paraba aquella matanza, sin embargo, eso no amedrantaba a los jóvenes estudiantes.

Casi todos los días resultaban estudiantes asesinados.

Álvaro Conrado asesinado el 20 de abril.      Estudiante
Ángel Gahona   asesinado el 21 de abril en Blufields.    Periodista
Sixto Vera  asesinado el 2 de junio de manera sospechosa.   Managua
Sandor Dolmus asesinado 14 de junio. Monaguillo en iglesia católica. León
Teylor Lorío   asesinado el 26 de Junio. Menor de edad, apenas 14 meses. Managua
Faber López  asesinado el 8 de julio. Policía. Diriamba


Periodista Ángel Gahona, asesinado mientras daba cobertura a la represión policial en Blufields.


Lo anterior es únicamente una breve lista de las personas que han sido asesinadas desde aquel 18 de abril, actualmente y según informe de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos ANPDH, la lista de asesinados asciende a más de 430 personas.

En esto no incluimos los más de dos mil personas detenidas ilegalmente, los centenares de personas desaparecidas, y los miles de personas agredidas durante las represiones.

Un 30 de mayo de este año, fecha en que se celebra el día de las madres nicaragüenses, muchas no tuvieron nada que celebrar, ya que en el mes de abril perdieron a lo más valioso que ellas tenían, sus hijos, otras perdieron a sus nietos, así que en honor a esas madres y en memoria de sus hijos fallecidos, se realizó la marcha auto convocada "Madres de Abril" la participación fue masiva, miles y miles de nicaragüense, se dieron cita para respaldar a estas madres, desafortunadamente ese día, también ellas fueron víctimas de represión,  Las turbas del gobierno apoyadas por policías y antimotines atacaron la marcha, según los informes de ese momento al menos 8 personas habrían sido asesinadas.

La marcha "Madres de Abril" que se realizó el 30 de mayo, se vio tenida de sangre./ Cortesía



Al ver la ola de violencia que iba en crecimiento los líderes religiosos de la iglesia católica alzaron su voz y llamaron a un diálogo entre el gobierno y la sociedad civil, representada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la que estaba conformada por estudiantes, empresarios, grupos feministas entre otros, la mesa del diálogo teniendo como testigos y mediadores a los obispos de la iglesia, se instaló un 16 de mayo, ese primer día Daniel Ortega se hizo presente, un estudiante, Léster Alemán al que toda Nicaragua admira por su valentía, se saltó la palabra de Ortega, y en frente del plenario, así como de los miles de nicaragüense que observaban el diálogo a través de la televisión, exigió a Ortega que diera la orden de parar la represión que sus turbas estaban ejecutando contra una población desarmada, contra jóvenes que protestaban de manera pacifica, sin embargo no hubieron respuestas satisfactorias. 

Sin embargo la represión de parte del gobierno, ahora perpetrada por grupos de paramilitares con armas sofisticadas y apoyados por la policía nacional se recrudecía aún más.

Un joven alzando un cartel durante una de las manifestaciones en Nicaragua/ Cortesía


La iglesia católica que en todo momento ha estado de lado de los vulnerables, de los que han sufrido, pedía el cese de la represión, pero el gobierno no atendía a la petición.

En una ocasión mientras una representación de la iglesia católica se dirigía a Diriamba Carazo para dar apoyo a víctimas que un día antes habían sufrido los ataques de paramilitares, en su intento de ejecutar la famosa operación limpieza que consistía en quitar los tranques que la misma población había levantado para defenderse de los ataques. Al llegar a la basílica menor San Sebastián en Diriamba, un grupo de paramilitares apostados a las afueras comenzaron a ofender al clero religioso entre los que se encontraban el Cardenal Leopoldo Brenes, Monseñor José Silvio Baéz y el nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw, no bastándoles con ofenderlos, si no que también ingresaron a  la iglesia, y los agredieron.



Hoy, se cumplen 100 días desde aquel 18 de abril, los jóvenes estudiantes están más firmes que nunca y su lucha continuará hasta sacar al régimen de los Ortega Murillo del poder.




¡Eran estudiantes, no eran delincuentes!
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